Serpientes acuáticas I Klimt
miércoles, 1 de octubre de 2008
Minicuento del hombre que llegó a ser feliz sin darse cuenta
Un hombre se prohibió ser feliz. No había ninguna razón para ello, pero no sabía luchar contra su naturaleza. Rechazaba de forma sistemática y generalmente inconsciente todo lo que le hiciese sentir bien. Y tanto se empeñó en ello, que llegó un día que consiguió ser totalmente infeliz y como, aún sin darse cuenta, esa era su meta y había llegado a ella, se puso contento. Fue entonces cuando pensó que había estado haciendo el tonto y que se merecía tanto ser feliz como cualquier otra persona
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Publicado por
Mar Goizueta
en
10:51
Etiquetas:
Minicuentos,
Pensamientos incoherentes
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ay que hermoso mensaje en un botella sirena...para que esforzarnos en ser infelices, si no es lo que queremos.
ResponderEliminarbesitos, may