miércoles, 19 de noviembre de 2008

Con parche en el ojo, sin pata de palo y sin cara de mala

El pasado fin de semana volví a ser pirata de parche en el ojo. Vamos, que volví a disfrutar de una de esas "simpáticas" úlceras que me proporcionan mis ojos demasiado secos, demasiado alérgicos, demasiado "yoquese". El tener un ojo tapado aunque sólo sea un par de días te hace darte cuenta de lo mucho que se echa de menos ver con los dos. Es curioso, ese efecto que se nota cuando cierras alternativamente un ojo y el otro y parece que las cosas se mueven, de repente, con un ojo tapado se vuelve realidad, no es que las cosas se muevan, es que están como en otro sitio. Al cabo de unas horas te vas acostumbrando, pero en los primeros momentos te invade una sensación de torpeza, como si te fueses a chocar con las paredes, como si los objetos estuviesen mal colocados. Después, cuando te destapas el ojo tras tantas horas de oscuridad, de repente todo se llena de luz, demasiado intensa, como si el ojo tuviese el doble de capacidad para captar la luminosidad y entonces entiendes el fundamento de las cámaras de fotos.
Otra cosa fastidiosa de llevar un parche es que no los hay negros (si lo fuesen hasta les vería su aquel), o por lo menos yo no los he visto, los conozco blancos, cuadrados y grandísimos, casi de media cara, que alarman nada más verlos y todo el mundo piensa que te falta un cacho de cara como poco, esos los usé este verano, que me ocurrió lo mismo, menos mal que parece que tengo una gran capacidad de recuperación ocular, si no estaría ya ciega. Por otra parte la ventaja de mi úlcera del verano es que el médico de urgencias era guapo y simpático a más no poder, cuando se me curó me daban ganas de partirme un dedo o algo para volver . Son tan escandalosos los parches blancos que a las miradas de estupor de la gente respondía diciendo que me había picado una medusa en el ojo, pero no creo que llegase a asustar a nadie, porque seguían bañándose tan tranquilos. Es lo que tiene mi amada playa gallega, que medusas hay pocas, la verdad, así que no veían un gran riesgo. Los peores parches, sin duda, son los color carne, te lo pones y el ojo desparece, es como si en lugar de ojo hubiese una nada de carne, un pómulo enorme que acaba en la frente. Mi hermana me lo tiene dicho, la próxima vez me pinta un ojo en el parche y punto. Pero creo que empezaré a cuidarme los ojos un poco más a ver si no hay próxima

2 comentarios:

  1. Joer, es que no me dejas ni pintarte un ojo, ni un motivo calavérico ni nada de nada, eres una sosa!!!!

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  2. Vaaaaa lo que opine la gente es lo de menos nena, lo de mas es que se te cure prontito y vuelvas a ver con tus dos ojos.

    Un besazo desde mi Sur.

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