Una cara que no se ve pueden ser mil caras distintas. Un personaje que no vemos puede ser como nuestra imaginación quiera
Cuando leo, a veces, me siento como los personajes, pero no me pasa siempre, sólo algunos autores tienen la capacidad de alterar mi estado de ánimo
Si leo a Bukowski, Kerouac o similares siento que me podría llamar Mary Lou, llevar los labios muy rojos, los tacones muy altos y ser un poco tonta y casquivana
Si leo a Miller o a Anaïs Nin, me vuelvo un tanto depravada
Si leo a Isabel Allende, me imagino rodeada de fantasmas y algo transparente
Si leo a Poe soy retorcida, oscura y densa como las noches de tormenta
Si leo a Anne Rice me convierto en vampira siniestra
Si leo literatura japonesa me vuelvo violenta
Y así sucesivamente... Ahora leo a Lawrence Durrell y me siento decadente, hedonista, perezosa...
Cuando leo, a veces, me siento como los personajes, pero no me pasa siempre, sólo algunos autores tienen la capacidad de alterar mi estado de ánimo
Si leo a Bukowski, Kerouac o similares siento que me podría llamar Mary Lou, llevar los labios muy rojos, los tacones muy altos y ser un poco tonta y casquivana
Si leo a Miller o a Anaïs Nin, me vuelvo un tanto depravada
Si leo a Isabel Allende, me imagino rodeada de fantasmas y algo transparente
Si leo a Poe soy retorcida, oscura y densa como las noches de tormenta
Si leo a Anne Rice me convierto en vampira siniestra
Si leo literatura japonesa me vuelvo violenta
Y así sucesivamente... Ahora leo a Lawrence Durrell y me siento decadente, hedonista, perezosa...
por favor, no leas american psycho
ResponderEliminarAlbert, Lola, no es por asustaros pero he leído "American psycho" varias veces, no debería confesarlo porque a partir de ahora no querréis quedar conmigo, seguro ;-)
ResponderEliminarNueva red paa blogueros
ResponderEliminarhttp://blogueando.ning.com
UNETE Y RIEGA LA VOZ
Leer en un post tuyo... o tener una entrada en la que reflejes a golpe de verbos a Bukowski, Kerouac, H. Miller, Anaïs Nin, Poe y algún etcétera bibliográfico, vuelvo a acordarme de mí. Y de ella. Y de los libros compartidos. Y de las historias. Y de la ventana abierta y los sueños cerraodos.
ResponderEliminarLos libros siguen conmigo. Ella, en algún lado. Pero seguro que disfrutaría con tus entradas, con tu manera de escribir.
Si algún día vuelvo a verla, le presentaré tus letras.
Porque todo lo que escribes me devuelve a la realidad, cuando mis sueños envejecen o se suicidan.
Menudo rollito primavera te estoy soltando... Pensarás de dónde he salido... y que mira tú por dónde me ha dado por leerte.
Ella es Nin.
Yo, nadie.
Tú, la primera estantería de la biblioteca de Alejandría, por lo menos.
muy interesante.
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