El Lunes 24, en Libertad 8, Tontxu experimentó una nueva forma de hacer música. Con ayuda de Evelin, una valiente intérprete del lenguaje de los sordos, hicieron accesibles las letras de Tontxu también a los que no pueden oír. Puede parecer una paradoja el "ver" la música aunque no se pueda escuchar, pero si tenemos en cuenta que en el trabajo de un cantautor las letras son tan importantes como la música, todo cobra más sentido. Además, yo creo que tanto los que interpretan las canciones como los que las disfrutamos expresamos nuestras reacciones ante lo que escuchamos con la expresión de nuestras caras, de nuestros cuerpos y, como al faltar un sentido los demás se potencian, estoy segura que todos aquellos que viven en el silencio saben interpretar el lenguaje corporal mucho mejor que los que podemos oír y eso, unido al significado de la letra, las vibraciones y demás, les puede hacer aproximarse al sentimiento de la música.
Fue un concierto emocionantísimo en el que costaba apartar los ojos de las manos de Evelin, porque el lenguaje de las manos es tremendamente estético. Siempre me ha llamado la atención la forma de mover las manos de la gente y observar a alguien que es capaz de hablar con ellas me resulta fascinante.
Un gran acierto por parte de Tontxu y de Evelin el conseguir acercar la música, o al menos una parte de ella, a los que no pueden disfrutarla plenamente.
He leído que en el concierto de la Sala Galileo del día 9 piensan repetir, yo estaré allí y espero que mucha otra gente se anime a vivir la experiencia de disfrutar de la música con los ojos y los oídos
Mil gracias... por ser parte de la magia de ese concierto, por todo.
ResponderEliminarEvelin.